Recuerdo haber escuchado varias veces decir que si me arriesgo hacer algo «no tengo nada que perder» en realidad nunca les creí y hoy tengo muchos argumentos para probar que si se pierde.
He perdido tanto que hoy quisiera regresar por todo aquello que se me fue arrebatado: dependencia, tristeza, desconfianza, soledad, dudas, errores, miedos y la última cosa que estoy perdiendo y me duele es la inseguridad. Absurdo en su totalidad, si, pero ¿acaso la vida no lo es? o mejor dicho ¿nuestras acciones no lo son?.
Y estoy más que segura que día a día continuaré perdiendo y eso me inquieta, molesta y hasta siento que mi cuerpo protesta porque esto no era habitual en mi pero doy un profundo suspiro y tomo fuerza para salir de lo mas profundo donde se encuentra lo absurdo y decido pelear para ganar: alegría, confianza, seguridad, fuerza, valor y sobre todo por mantener el verdadero amor que echará fuera el temor.
Hoy no solo he aprendido a perder sino he aprendido a GANAR!! y nunca me cansaré de seguir aprendiendo.