Cuando escuchamos «pasarela» pensamos en modelos, vestidos, maquillaje , zapatos y demás artículos. Hombres y mujeres juzgamos la belleza de una persona por una piel sin arrugas, cabello brillante, ojos cautivadores, figura esbelta.
Yo creo en otra clase de belleza, una que es invisible a los ojos, aquella que te permite amarte a ti misma lejos de comentarios que resultan ser vacíos existenciales de quienes han sido imposibilitados de amar a otros.
Fuimos creados con una «imagen hermosa» es decir a imagen y semejanza de Dios, mas en el caminar de la vida esa belleza fue manchada por rechazo, insultos, maltratos, abandono o la falta de muestras de amor de papá y mamá.
Hoy te miras al espejo donde aparece una imagen distorsionada y con el afán de recuperar esa «imagen hermosa» comienzas a caminar en una pasarela donde después del desfile las luces se apagan y todo vuelve a ser desdicha, angustia y un sin sentido que envuelve tus pensamientos.
Yo experimente una pasarela diferente «el camino hacia la cumbre» donde el vestido es un pantalón de secado rápido, la blusa es una camiseta poliéster, el abrigo una chompa térmica, los zapatos de muñeca son zapatos de montaña, los tacones son crampones, los accesorios como la correa es un arnés, la cartera una mochila y el gorro un casco.
Llegar a la cumbre de una montaña tiene su proceso, igual que el camino de vuelta a la»imagen hermosa» con la que fuimos creadas:
-Reconocer que un pasado marcó tu vida y quién te creó puede restablecerlo.
-Perdonar a quién te hizo daño y perdonarte a ti misma.
-Tomar decisiones constantemente que te permitan volver a ver la imagen hermosa.
Habrá momentos de tormenta al igual que al caminar cerca de la cumbre, quizá los vientos de tus pensamientos te hagan caer y quieras alejarte de la imagen hermosa mas el entrenamiento de cada caminar te dará fuerzas para levantarte y seguir.
Al llegar a la cumbre de sentirte amada por tu creador, amarte a ti misma y amar a los demás serán las bases de una vida de amor lo que te llevará a seguir caminando a nuevas cumbres.
Yo llegue a la cumbre del Rucu Pichincha y solo fue la base para llegar al Cotopaxi, ahora sigo caminado en la mejor pasarela hasta llegar a una nueva cumbre.